jueves, 26 de febrero de 2015

Novecento

Cuando se está acabando un gran libro, tengo una extraña sensación de angustia, parece que algo irrepetible está a punto de terminar. Eso me pasó el martes. Allí estaba Miguel Rellán solo en la sala off del teatro Lara, sin escenario, sin decorado, dibujando con sus dedos las ochenta y ocho teclas del piano que recorre el océano en el Virginia. Haciendo que un pequeño auditorio viese al misterioso pianista, escuchase su extraña música en tercera y sintieran el rumor del océano.
Por un magnífico texto de Alexandro Baricco y una gran interpretación de Miguel Rellán, no puedo decir otra cosa que VOLVERÉ.
Todos los martes de las próximas semanas estará la obra Novecento recorriendo el océano, para todo el que quiera subirse al Virginia.