El perro. Ciudad Real

Nuestro gran amigo Raúl, nos abre la puerta de un refugio para los amantes de la buena música, deseando estamos de disfrutarlo con una cerveza helada.
Muchisimas gracias

Hola blogueros, os voy a hablar del, posiblemente, mejor bar del universo conocido, o, por lo menos, de Ciudad Real.
 El Perro se encuentra en la calle Compás de Santo Domingo Nº1 en Ciudad Real, cerca de la zona de marcha. Los dueños me contaron una vez que el nombre viene porque en la acera de enfrente había un bar de "barrio" llamado
El Gato.
 Viendo la entrada sería difícil decidirse a adentrarse si no sabes lo que te espera dentro. Pero para eso estamos aquí: Lo suyo sería ir a eso de las 22h, prontito para la marcha culiparda (ciudarrealeña), esto es porque el bar estará vacío (que luego se llena) y podréis tomar algo mientras os volvéis locos mirando todo lo que hay colgado en las paredes, detrás de la barra y en un par de vitrinas.
Se trata de una colección impresionante de fotos, carteles, muñequitos, tickets de conciertos, carátulas de discos, juguetes etceses que dejan pocos centímetros sin ocupar, que nos hacen volver a las últimas décadas del siglo XX: el coche fantástico, la guerra de las galáxias, clips de famobil, parchís, el cine exin, el autocross, jane fonda, galactica, frankestein, la bola de cristal, e incluso la señora rubia que chistaba en la foto de los centros de salud pidiendo silencio. Pero el silencio es imposible en El Perro.

Cuando uno deja de flipar con todo lo que hay en este pequeño museo de lo retro, empieza a percatarse de que la música también es diferente y el más espabilado podrá reconocer a beatles, rolling, maddness, the donnas, nirvana, the clash y un sin fin de grupos... hasta ahí todo casi normal, pero lo que realmente mola es que en muchas ocasiones reconoces la música pero no las versiones que suelen superar a las "oficiales". Es alucinante. Yo he llevado a gente que sabe mucho de música y ni armados con las aplicaciones de android que te chivan lo que está sonando eran capaces de saber quién estaba tocando esa versión cojonuda de uno u otro tema.
Pero, sin duda, el grupo insigne es: los ramones, pues suenan espectaculares a cada rato, rellenan muchos huecos de las paredes con discos y carteles y prestan su escudo al bar.    

¿Volver o no? 

Claro que sí, hombre. Merece la pena.

De Bruno. Almería

Estabamos en Almería, calle Martínez Almagro y entramos en una pizzería aparentemente agradable  por su aspecto, sin embargo pronto empezamos a ver cosas que no nos gustan, diferencias entre mesas, falta de atención, limpieza relativa y la comida  con poco cariño, sabor y tarde, lo que en otro lugar podría parecerte barato, aquí parece caro. Es cierto que nos invitaron a un chupito , gesto que es de agradecer, pero ante la pregunta ¿Volverías? Hubo unanimidad. Es por eso que a De Bruno le daremos un
No volveré

Bassekou kouyate

Elegimos un concierto el martes pasado, para romper el ritmo de la semana sin ser conscientes del increible espectáculo a que ibamos a asistir. El responsable Bessakou Kouyate y su familia. El la sala el sol. Si os hablo de un grupo de música de Mali quizás os pueda parecer poco atractivo. Pero si os cuento que tengo la sensación de haber visto uno de los mejores conciertos de los últimos tiempos¿ como os quedáis?. Un grupo de Hendrix de los instrumentos tradicionales hechos con madera y cuero. Los amantes de la musica africana como yo van a disfrutar este gran descubrimiento.
Por tanto VOLVERÉ
a verle en cuanto pueda.

Nebraska. película

La verdad es que yo no soy un experto de cine y es al os expertos a los que corresponde hacer los grandes análisis, yo solo puedo decir que me gustó, me emociono, hecha en blanco y negro juega con la escala de grises, con el tiempo,  con la inocencia , la codicia , la decadencia..  Un reflejo más de esta sociedad en la que vivimos.

Nebraska es un película de 2013 de comedia dramática estadounidense protagonizada por Bruce Dern y Will Forte. Está dirigida por Alexander Payne

Por tanto debo decir  que

VOLVERÍA a verla.

Restaurante Diego Madrid

Es un mito que  en todos los  restaurantes asturianos se coma bien. Un ejemplo es el restaurante Diego en la calle de Hartzenbursch de Madrid donde a pesar de la amabilidad del camarero, y de ser un lugar acogedor con ese toque añejo de fotos  viejas , la comida no merece la pena, es cara y fea, pan correoso, patatas de ayer, muchas grasa, vino malo al módico precio tres euros la copa. .  Comer mal y caro cabrea. 

 

Esta sensación de estafa da  sentido a este blogspot por eso le damos un rotundo.
No VOLVERÉ

bar Groucho de Colmenar Viejo

Nos manda un buen amigo anónimo el siguiente mensaje:

Quiso la mala suerte o el diablo que acabáramos traspasando la puerta del bar Groucho de Colmenar Viejo. Para aumentar nuestra desgracia la hora de comer hacía ya bastante que había quedado atrás, por lo que el hambre apretaba. Solicitar comida a los señores que atienden el local nos resultaba obligado. La carta bastante limitada: bocadillos, hamburguesas y otros clásicos del fast-food castizo. Nuestra opción: algo funcional, dos bocadillos y para adelante. Creo que nos santiguamos y le rezamos un avemaría a la virgen de los Remedios, patrona de Colmenar Viejo, la cual debía estar en otros asuntos porque no nos escuchó ni atendió nuestras súplicas. Mientras esperábamos un perro olvidado por su dueña que se acercó a olisquear nuestra mesa, por suerte un hombre mal encarado explicó a la mujer groseramente que el perro no debe intimar con los clientes, lo cual nos ahorró luchar por la comida con aquel can dispuesto a saltar sobre nuestros bocatas tan pronto estuvieran listos. Como hilo musical el tiempo de antena tres a todo rabo, (sí, es ese tipo de bar). La cerveza de barril mal tirada, pero de eso no se les puede acusar pues todos los camareros de Madrid han sufrido un ataque de amnesia colectiva y ya nadie sabe tirar cerveza en toda la comunidad autónoma. Lo mejor que puedo decir de los bocadillos es que ya los he olvidado, no recuerdo de qué eran. Para finalizar nos ponen una tapa de patatas fritas congeladas con ketchup del mercadona. Un asco, que además tuvimos que abonar porque no entendimos que se pagaba aparte (caro por cierto), no era ninguna deferencia de la casa. Fue comer y salir pitando, era preferible pasear por las desiertas calles de una metrópoli como Colmenar Viejo antes que asistir a aquella profanación que se ha hecho en tu nombre artístico, Julius Henry Marx. Lo siento mucho, amigo, y descansa en paz, entiendo que no tengas ganas de levantarte...

POR  TANTO MI AMIGO ANÓNIMO DICE

NO VOLVERÉ

Muchas gracias por colaborar con el blog